lunes, 29 de junio de 2009

Activistas del Eje de Crisis ocupan el Casino de Madrid al grito de "Somos vuestra crisis"

"Hemos hecho posible durante años muchos lugares como éste y colaborado en el progreso de los que lo habitan. Formamos parte también de los clubs de golf, los apartamentos de lujo en primera línea de playa y de los ceros en las cuentas de los paraísos fiscales de sus socios. Pagamos los estudios en las universidades privadas de sus hijos, los abrigos de piel, los coches de lujo y las cuentas de sus banquetes. Tenemos derecho a entrada, pero prohibido el paso a estos salones. Nunca nos invitan y eso que estas facturas nos han salido caras."



Hoy viernes, a primera hora de la mañana, alrededor de 50 activistas de Rompamos el Silencio irrumpieron en el Casino de Madrid, al grito de "Somos vuestra crisis". Esta acción es la segunda de la V Semana de Lucha Social 2009, protagonizada por el Eje de Crisis de Rompamos el Silencio. Los activistas han sido detenidos y trasladados a Moratalaz.



El movimiento social justifica su acción a través del siguiente comunicado:


Por estas puertas no entra la crisis

Hoy, 29 de junio, asistimos a la presentación desde una "Nueva Perspectiva" del Casino de Madrid, ocupamos su espacio para denunciar la explotación constante a la que hemos sido sometidas. Aquí en el mismo centro de negocios de las personas más ricas de Madrid, espejo y reflejo del resto del mundo empresarial y de élite económica que han jugado y apostado en la ruleta de los mercados financieros internacionales con nuestros ahorros, con nuestra tierra y con nuestras vidas.

Nuestra perspectiva del Casino siempre ha sido la misma, desde fuera. Hoy queremos entrar para reivindicar un espacio que consideramos de todo el mundo, financiado con las "cuotas" de miles de personas que han trabajado duro (y por muy poco) para asegurar la rentabilidad en los negocios de sus socios. Esta "Institución" sigue, ya casi 170 años en el centro de Madrid, vivita y coleando.

Hemos hecho posible durante años muchos lugares como éste y colaborado en el progreso de los que lo habitan. Formamos parte también de los clubs de golf, los apartamentos de lujo en primera línea de playa y de los ceros en las cuentas de los paraísos fiscales de sus socios. Pagamos los estudios en las universidades privadas de sus hijos, los abrigos de piel, los coches de lujo y las cuentas de sus banquetes.

Tenemos derecho a entrada, pero prohibido el paso, en el Consejo Directivo de los señores del mundo, los que manejan la economía y brindan en estos salones, sólo a su salud.

Nunca nos invitan y eso que estas facturas nos han salido caras. Hemos pagado siempre, bien sea con inseguridad laboral o como nos suelen explicar por la "flexibilización del mercado de trabajo", con nuestras casas o "el alza del precio en el mercado de la vivienda", mediante la explotación o "la ampliación de la jornada laboral, la congelación salarial y la deslocalización empresarial", con no llegar a fin de mes o "el estancamiento transitorio de la economía", con hambre o "la variabilidad del índice bursátil en los mercados primarios", con la explotación de la Tierra o "el crecimiento y desarrollo agrícola", con el no saber o "los derechos de autor", con la educación para las élites o "el Plan Bolonia", con el desarraigo, la humillación y la soledad o "las políticas migratorias".

En definitiva, hemos pagado con la mercantilización de nuestras vidas, que nos esclaviza a las cuentas de resultados de los que aquí celebran sus fiestas. Venimos a denunciarlos. Hemos pagado con creces el derecho a disfrutar de una República Social de Ciudadanas/os Libres. Queremos nuestra libertad. En este lugar, donde la Crisis no se nota, porque no entra, reclamamos tranquilas nuestro derecho a pan y a rosas.

Rompemos el Silencio, para avergonzarles.

Más info en http://www.centrodemedios.org/



1 comentario:

  1. Cuando se mira en el espejo, el Poder, cualquiera de ellos, se horroriza de su fealdad. Unos pocos jóvenes se encargan de ponerles el espejo a los poderosos y éstos no lo pueden soportar y tratan de romper el cristal.

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